la playa
![Imagen](/uploads/2/5/0/9/25095610/5884068.jpg?305)
Al margen de las disputadas críticas de La Playa (Danny Boyle, 2000), la película logra satisfactoriamente su objetivo metafórico: representar el sentimiento de la sociedad moderna de vacío y la necesidad de encontrar algo auténtico, como el protagonista Richard (Leonardo DiCaprio), un joven americano viajero que llega a Tailandia para vivir una aventura.
Danny Boyle eligió especialmente al director de fotografía Darius Khondji para este trabajo:
"Queríamos que el filme fuera una experiencia profundamente sensual pues narra un viaje al paraíso. Darius nos dio ciertamente eso. Pero en la segunda parte de la película hay una oscuridad a la que tiene que quedarle pequeña esa sensualidad; tiene que madurar y luego marchitarse. También, a pesar de su localización, quería que la película tuviera una conciencia urbana, y creo que Darius es probablemente el director de fotografía más urbano del mundo".
Artículo "La desmitificación del Paraíso" por Francisco Rosa Novalbos
![Imagen](/uploads/2/5/0/9/25095610/8527008.jpg?358)
La primera parte de la película se enmarca en Bangkok (Tailandia), una ciudad abarrotada de gente, con mucho movimiento y actividad y repleta de vida nocturna peligrosa. Hasta que Richard se junta con la pareja francesa, la fotografía nos desvela unas vacaciones un tanto turbias que, a pesar de sus cálidos colores y numerosas luces, deja entrever intriga y misterio sobre lo que le sucederá a Richard. A continuación, hay una iluminación intensa y clara que crea una sensación relajada y alegre.
Podríamos decir que la segunda parte de la película no sólo viene marcada por un punto de giro (llegan a la playa y conocen a una comunidad pseudo-hippie que vive allí); sino también por un cambio en la fotografía. Se abandonan los tonos cromáticos urbanos para recuperar la luz suave y la clave tonal alta cálida, aunque no carente de sombras, y contagiar con la iluminación el ambiente de paraíso encontrado: La Playa de arena fina y blanca, agua cristalina, escondida entre enormes verticales muros naturales.
Cabe destacar el paralelismo existente entre la calma y lo cristalino del agua con la calma, paz y hedonismo en los que está sumida la comunidad. Posteriormente, el paraíso virgen se irá desmoronando con una iluminación de mayor contraste y sombras, luces más apagadas y el enturbiamiento de la playa. Una iluminación más difusa expresar condiciones inclementes y comunica el carácter más oscuro de la trama.
Un detalle de la fotografía muy llamativo que tiene esta segunda parte de la película, es la escena en la que Richard está observando las estrellas por la noche y Françoise le interrumpe. Empiezan los dos a jugar y crear figuras de tal forma que se acumulan distintas fases de ellos en movimiento y el resto se percibe como unas líneas de estrellas. Todo ello se consigue manipulando el tiempo de exposición o la velocidad de la cámara, logrando el efecto barrido y manteniendo los personajes en diferentes posiciones dentro de un mismo plano.
La Playa, el escenario.
Cabe destacar el paralelismo existente entre la calma y lo cristalino del agua con la calma, paz y hedonismo en los que está sumida la comunidad. Posteriormente, el paraíso virgen se irá desmoronando con una iluminación de mayor contraste y sombras, luces más apagadas y el enturbiamiento de la playa. Una iluminación más difusa expresar condiciones inclementes y comunica el carácter más oscuro de la trama.
Un detalle de la fotografía muy llamativo que tiene esta segunda parte de la película, es la escena en la que Richard está observando las estrellas por la noche y Françoise le interrumpe. Empiezan los dos a jugar y crear figuras de tal forma que se acumulan distintas fases de ellos en movimiento y el resto se percibe como unas líneas de estrellas. Todo ello se consigue manipulando el tiempo de exposición o la velocidad de la cámara, logrando el efecto barrido y manteniendo los personajes en diferentes posiciones dentro de un mismo plano.
La Playa, el escenario.
En la tercera y última parte de la película, Richard es marginado por la comunidad y comienza a delirar y a vivir como en un videojuego obsesionado con la violencia y paranoico. El surrealismo, casi al estilo del general Kurtz en Apocalypse Now se consigue con momentos oníricos combinados con escenas de desvarío y hasta una secuencia con imágenes de videojuegos en las que Richard se ve a sí mismo en la pantalla. Un toque muy original, muy propio de Danny Boyle y muy logrado por Khondji.
La fotografía sigue el arco de transformación del protagonista y le acompaña. La clave tonal de la iluminación es baja con luz dura y oscura que sumerge en la soledad al espectador hasta el momento de salir del nihilismo y ausencia de vínculos afectivos para reaccionar ante la violencia.
Cuando huyen de La Playa para volver a la civilización, el agua ya no es azul cristalina ni el cielo está radiantemente soleado; lo contrario, cielo y mar se uniformizan en un todo gris sin definición pero absorvente y perturbador.
La fotografía sigue el arco de transformación del protagonista y le acompaña. La clave tonal de la iluminación es baja con luz dura y oscura que sumerge en la soledad al espectador hasta el momento de salir del nihilismo y ausencia de vínculos afectivos para reaccionar ante la violencia.
Cuando huyen de La Playa para volver a la civilización, el agua ya no es azul cristalina ni el cielo está radiantemente soleado; lo contrario, cielo y mar se uniformizan en un todo gris sin definición pero absorvente y perturbador.